viernes, 27 de noviembre de 2009

Diarrea

Soy una persona bastante balanceada en cuánto a mis opiniones. Me gusta ser justa. No me gusta exagerar ni ser subjetiva. En la vida hay que saber mantener un equilibrio y cierto grado de objetividad....
Pero hoy, me cago en todo eso.

Me cago en los hombres, en la soltería, en las mentiras, en las omisiones, en los silencios, en los guiños, en el fútbol.
Me cago en la cocina, en la prolijidad, en la ropa limpia, en el piso aspirado.
Me cago en la calle, en el tránsito, en los semáforos, en los pichis, en el ruido, en el humo.
Me cago en la gordura, en el gimnasio, en el té de piñulí, en los ayunos, en las balanzas.
Me cago en el cigarrillo, en mis pulmones envejecidos, en mi reuma del dedo gordo del pie y en mi tendinitis.
Me cago en el equipo de disolución, en el HPLC, en la mufla y en la bureta de 25 mL clase A.
Me cago en la tele, en Tinelli, en Bottinelli.
Me cago en las monjas, los curas, las iglesias.
Me cago en el Facebook, en el hijo de puta que inventó el Plock, en Claro y su banda ancha móvil paralítica.
Me cago en mi celular, que a 27 de noviembre, tiene $246 de saldo.
Me cago en el MSN (dos veces).
Me cago en el amor.

En fin, como ya me cagué en todo, solo me queda decir...
¡¡¡Mamaaaaaaaaaa, termineeeeeeeeeeee!!!


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