miércoles, 20 de enero de 2010

Mis víctimas

¡Viven y luchan, carajo!
Como su cocinera (yo).
Quemadas por fuera...¡pero sin perder la ternura jamás!
(Si no fuera tan inútil con este temita del blog, probablemente, podría poner esto después de la historia anterior, para hacer que tenga sentido, pero esto es lo que hay; la botija nació confundida y entreverada).

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