martes, 20 de octubre de 2009

Sala de espera



















- ¡Pero qué tiempo loco!

- Es cierto, salí desprevenida y me mojé toda.

- Es el cambio climático, el mundo está entrando en la menopausia. ¿Cómo está Juanita?

- Ay, Juanita, Juanita... es un dolor de cabeza. No sé cuál es el problema pero
me estoy poniendo algo nerviosa...

- ¿Qué le pasa?

- Imaginate, ya pasó los 25 ¡y sigue soltera!. Una botija buena, prolija, medio feíta
pero trabajadora como ella sola...

- Pocha, Pocha, no es para tanto...

- ¡Cómo que no! Me preocupa su reloj biológico..

- Seguro que todavía tiene cuerda para rato, ¡es joven aún!

- Si, pero el tiempo pasa tan rápido... Tota, yo a su edad ya tenía cuatro hijos y
dos, iban a la escuela... Dirás que los tiempos han cambiado, pero ¿tanto?

- Para mi que tiene un as en la manga y no te cuenta...

- Puede ser, pero viste que ya de chiquita era medio quedadita...

- No te preocupes más de la cuenta, ¡te va a subir la presión!

- Si, si. Últimamente, la tengo por las nubes. Cuando me enteré que la hija de
Chola se iba casar, hice un pico de 22... Yo le digo, arreglate Juanita, pintate
un poco, ponete tacos y polleras. ¡Si hasta parece un varoncito, todo el día
mirando fútbol, de championes y vaqueros rotos!

- Bueno, Pocha, me toca pasar. Quedate tranquila, relajate, la botija va a
conseguir algo.

- ¡Dios te oiga, Tota! ¡Un saludo para el Tito!

- Gracias, Pochita, ¡otro para el Cacho! A ver cuando nos juntamos todos para
un asadito...


Que nunca te pase.... ¡Ser Juanita!

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