jueves, 24 de septiembre de 2009

Paz interior


A veces agradezco vivir entre autos, ruidos y polución. Llegado Setiembre, generalmente las pilas están en rojo, por agotarse, y uno piensa que el descanso no viene más. No quiere seguir trabajando, estudiando (o ambos) porque el resto del año le pesa en los hombros. A esta altura, maldecimos nuestros trabajos, ómnibuses y hasta el portero que nos saluda todos los días.

Pero todo yang tiene su yin y es por eso que elijo el rush hour diario.

Sin él, no encontraríamos la paz que nos provocan 3 días frente a la costa.

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